EVALUAR NUESTRA MISIÓN Y NUESTRAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS Y PASTORALES A LA LUZ DEL EVANGELIO, DEL CARISMA Y DE LAS CIENCIAS SOCIALES
Como contribución a la reflexión acerca de esta línea de acción, se ofrecen a continuación algunos criterios que, más allá de las diversas metodologías que puedan implementarse para mantener un sistema de evaluación constante, sirvan para el discernimiento de los contenidos y los modos de evaluar nuestro servicio a los niños/as, adolescentes y jóvenes más pobres y necesitados.
DESARROLLO DE LOS PRINCIPIOS DOCTRINALES, SOCIALES Y METODOLÓGICOS
I. ESPIRITUALIDAD, CARISMA Y MISIÓN MURIALDINA
Nuestros Principios inspiradores y orientadores
La inspiración y orientación de nuestra tarea en el trabajo social se resuelve desde tres fuentes que son:
En primer lugar,
En segundo lugar, el Carisma Murialdinoque es justamente una des esas concreciones en el tiempo, en la historia y en un lugar determinado A través de una persona: San Leonardo Murialdo, que intenta poner en práctica los principios salvíficos enunciados.
En tercer lugar,
1.
El Designio Salvífico de Dios realizado en la historia es la fuente principal y el fin último de nuestra tarea.
2. El Carisma Murialdino
El designio salvífico que se realiza en San Leonardo Murialdo, en su propia vida y en su propia experiencia personal de Dios después de una gran crisis personal, le permite descubrir de un modo particular el amor que Dios le tiene. Descubriéndolo, especialmente, como un amor misericordioso que se transformará en la espiritualidad o luz que ilumine todas sus experiencias y, por supuesto, su labor pastoral, la que según los designios de
Es este Amor, que él reconoce como un amor actual, personal, gratuito, infinito y eterno…y que se expresa especialmente a través de las virtudes de la humildad y la caridad….el que se manifiesta en su misión: “ne perdantur” (“para que no se pierdan”). Desde esta espiritualidad y motivación central se dirigirá en primer lugar a los niños y adolescentes pobres y en riesgo, a los trabajadores y a las clases obreras, para realizar su misión.
3.
Esta Misión, como parte del carisma y alimentada por dicha espiritualidad, se concretiza en una práctica y desde esa práctica en un estilo de educar a las niñas, los niños y adolescentes en riesgo, un estilo que pone al centro al joven pobre. Un joven visto de una manera personal y desde una perspectiva integral (en todas sus dimensiones y en todas sus necesidades: físicas, afectivas, espirituales, sociales, etc.).
Un estilo de educar que además se vincula con el joven desde la afectividad y la amistad, sabiendo que es desde su corazón desde donde hay que educar (educación del corazón). Poniendo así las bases de nuestrapedagogía del amor, que supone que en la medida que la niña, el niño y el joven se sienten amados recuperan y fortalecen su propio valor y su fe en un Dios que los ama, y desde allí pueden comenzar a construir sus vidas, sus valores, sus destrezas, etc.
Procurando a través de la seriedad y la fortaleza, pero también y sobretodo de la dulzura y la paciencia que el joven llegue a ser sujeto de su propia educación y de su propia vida.
II - IDENTIDAD DEL TRABAJO CON NIÑOS Y ADOLESCENTES EN RIESGO A PARTIR DE PRINCIPIOS SOCIALES
Nosotros desde
Sin embargo nuestra búsqueda de identidad no puede agotarse en la estructura carismática de nuestra tarea. La labor con niños y adolescentes en situación de pobreza está fuertemente enmarcada hoy en leyes y convenciones universales que favorecen y configuran un marco socio-cultural al que no podemos pasar por alto.
Particularmente hacemos referencia a
Si bien es cierto que miramos el devenir histórico desde nuestro lugar de fe, no podemos dejar de reconocer la necesidad de adherir profundamente a estos pulsos de vida nueva que trae dicha convención así como las leyes nacionales y estatales que poco a poco van penetrando en las tareas concretas de aquellos que trabajamos con la niñez en riesgo de Argentina y en otras naciones.
Es a partir de aquí que surge el desafío de definir lineamientos en la política de trabajo en los Centros Sociales de
El criterio fundamental de estas convenciones y leyes es el interés superior del niño/a y adolescente, como criterio fundamental de interpretación.
Es a partir de estos conceptos de “Interés superior de los niños y adolescentes” y de “desarrollo integral”, de “Dignidad de la persona humana” y de “justa distribución”, donde encontramos el perfil distintivo de nuestros Centros Sociales, aquello que nos hace distintos dentro del contexto general de las obras.
Así pues, abordamos el problema del desarrollo social y económico con mucha fuerza y preocupación para lograr “construir espacios de justicia”, ya que es el contexto de fondo de nuestra labor. Nos hacemos cargo, como lo hizo Murialdo, de la deuda que esta sociedad tiene con la población más marginada y con la brecha inabarcable que existe entre ricos y pobres, siendo la creación de estos espacios el único modo de superarlas realmente.
Esto significa que debemos participar en los lugares donde se elaboran los diseños de las políticas públicas como mesas de diálogo o de gestión, foros sociales, consejos municipales, órganos de protección de derechos, etc. Hacerse presente en estos lugares es resolver desde en sus orígenes el tema de la gestión social. Significa, también, asegurar los espacios para una justa distribución. Pero por sobre todo es resolver a partir de la vinculación con otros actores sociales y del trabajo en red, el inacabable círculo del aislamiento y desgaste que tienen las organizaciones sociales, cuando intentan resolverlo todo por sí mismas, Superar el trabajo en soledad es hacer mejor nuestra tarea concreta con los niños/as y adolescentes.
El Perfil se ha definido como:
- De promoción humana, social y económica.
- Trabajo con niños y adolescentes pobres materialmente.
- Apertura a las nuevas formas de marginación social.
- Convivencia horizontal de todos los actores.
- Ser una comunidad educativa con participación comunitaria donde las familias sepan que hay amor, respeto, cariño y contención.
- Equipos de trabajo especializados y en formación continua
- Actitud de acogida, contención y orientación.
- Nuestros centros deben organizarse en torno a la protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Esto es sistemas fundamentales de derecho.
- Ser siempre instituciones que hagan presente a
Hemos visto necesario también explicitar algunas líneas de trabajo:
- Favorecer y potenciar el desarrollo integral de los niños, adolescentes y comunidad, de modo que tengan su proyecto de vida. Es importante preocuparse y ocuparse de manera especial de la formación laboral y la capacitación profesional de nuestros niños, niñas y adolescentes. No podemos deslindar el desarrollo económico del proyecto de vida
- Generar espacios de pertenencia y permanencia ayudando a ejercer la ciudadanía. Todo lugar donde se ejercen derechos es ya un ejercicio de ciudadanía, nuestras obras deben ser ejemplo de participación y convivencia comunitaria.
- Propiciar la autonomía, fortaleciendo la identidad y brindando herramientas válidas para la reflexión y toma de decisiones en la construcción de una comunidad más justa, menos pobre, más pacífica y con mayor grado de participación social.
- Fortalecer a la familia y los vínculos entre sus integrantes y con la comunidad de referencia.
- Fortalecer las comunidades, en donde están integradas dichas familias.
- Generar vínculos y mantenerlos con otras ONGs, con los actores gubernamentales de turno y hacia adentro de
- Motivar a la profundización del Carisma Murialdino y
III - METODOLOGÍA PERFILES Y DESTINATARIOS DE NUESTRA TAREA
Por sus propias características nuestra misión requiere de una metodología específica que la podríamos sintetizar de la siguiente manera:
El sentido comunitario de nuestra tarea exige que la misma sea comunitaria, en red hacia adentro y hacia fuera de la institución, y que se elabore desde el consenso de un equipo de trabajo, haciendo que la comunicación sea clara y coherente, creando espacios de diálogo y un proyecto de acompañamiento del equipo, con una formación inicial y continua, que tenga en cuenta tanto aspectos socio – comunitarios, como aspectos didácticos y pedagógicos, como principios doctrinarios y carismáticos.
Se requiere también una planificación estratégica que tenga en claro tanto la misión como las estrategias adecuadas par a lograr el o los objetivo/s final/es del proyecto, recurriendo a evaluaciones permanentes con los ajustes que sean necesarios.
El perfil de la gente que trabaja en nuestra obras sociales debería ser el siguiente:
- Vocación de servicio
- Capacidad de trabajar en equipo
- Sensibilidad social
- Capacidad de adaptación
- Disponibilidad de tiempo
- Apertura y flexibilidad
- Con sincera adhesión al proyecto
- Apertura a los valores personales, sociales y cristianos.
- Ser confiables y confiar
- Receptivos a las sugerencias, críticas y aportes
- Capacidad de auto - evaluación
- Honestidad
- Sin afán de lucro o de poder
- Afán de crecimiento y de formación
- Seriedad y responsabilidad en la tarea
Niños, adolescentes, jóvenes y trabajadores, que se encuentren en situación de pobreza material, la cual es causa de las siguientes dificultades que seguramente encontraremos como desafíos a resolver
Dificultades sociales habituales:
Abandono – Niños solos -Violencia familiar - Adicciones y consumo de sustancias – Discriminación –Desnutrición –Embarazo adolescente - Deserción escolar - Exclusión escolar - Situación de calle – Delincuencia - Indigencia y mendicidad - Pobreza económica - Transgresión a la ley - Acceso a la salud - Trabajo infantil - Falta de participación – Hacinamiento - Padres alcohólicos - Violencia entre pares - Padres o familiares presos - Padres ausentes - Maltrato físico y psicológico - Violaciones sexuales - Violación de derechos - Desempleo – Inseguridad - Falta de oportunidades – falta de participación política y ciudadanía - Problemas de aprendizaje, y otros más que sería imposible listar ya que cada entorno social tiene sus propias problemáticas a resolver. Lo importante es desde aquí poder vislumbrar el perfil de los destinatarios de nuestra misión.
P.